viernes, 12 de julio de 2024

LA VENUS DE ESTEPONA

Aquí os presento a mi “Venus de Estepona”. La pinté hace ya varios años, a petición de un concejal de la corporación de ese municipio. No hablamos de precios, ni de estilos o técnicas pictóricas. A mi libre interpretación artística y sin compromiso de precios ni de modelos. Yo soy pintora porque me gusta y porque me hace feliz. Así de simple. No soy profesional del arte ni vivo de él, aunque mis obras estén a la venta. Sin menospreciar a los profesionales, ellos y los que pintamos por amor al arte, somos diferentes. Ninguno es más que el otro. Lo que buscamos los que no vivimos de nuestra obra, es simplemente mostrarla; que la gente la vea para compartir nuestras sensaciones y la impresión que nos ha causado la belleza, cuando la hemos detectado e intentado plasmar en un lienzo. Por ese motivo, mi intención con la Venus era regalarla al municipio, como he hecho siempre, en lugares oficiales y públicos. Una vez acabado el trabajo, se lo mostré a dicho concejal; y le puso pegas. Decía que no se veía la piedra de 5 centímetros, que se había encontrado en Estepona, en unas excavaciones. De valor arqueológico incalculable, pero una piedra de la que yo no conocía ni su existencia. Me dijo que le bastaba con que pintara la piedra en el suelo, o colgada en el cuello de mi Venus. Le contesté que yo veía una Venus como una alegoría de belleza y sensualidad, que hiciera sentir al espectador como un remanso de paz y refugio del guerrero.  Y eso era lo que yo había intentado expresar en mi pintura. De haber sabido que lo que quería, era que pintara una piedra, y me lo hubiera dicho, yo no hubiera aceptado el encargo; porque yo no pinto piedras. Y eso es lo que debía de haber hecho. No aceptar el encargo. Porque este es mi segundo desacuerdo con políticos que, ya en su momento, me demostraron que el arte y la política son incompatibles, por más que los agites. Como el agua y el aceite. Los unos sueñan con una sala repleta de espectadores disfrutando sus pinturas, los otros sueñan con un colegio electoral abarrotado de votantes, metiendo papeletas de su partido en las urnas. Mientras para un artista, una Venus es una diosa, para un político una Venus es una piedra. Dicho esto, mi querida “Venus de Estepona” la regalo a cualquier institución o edificio público, que desee colgarla en sus paredes, con la única condición de que venga a buscarla.

WALLADA



   Esta es mi princesa Wallada, "la que alumbra enamorada". Hija de califa y de esclava .La poetisa de Córdoba por excelencia.

"Cuando caiga la tarde espera mi visita,
pues veo que la noche es quien encubre los secretos;
Siento un amor por tí,  que si los astros lo sintiesen
no brillaría el sol,
ni la luna saldría y las estrellas
no emprenderán su viaje nocturno".




   La pinté después de leer su biografía y de quedar impresionada por su personalidad, y su gran capacidad de amar y ser amada. Ha sido una de las 41 obras que he presentado en mi explosión  itinerante "Sensaciones de momentos" en la Biblioteca Viva de Al- Andalus de Córdoba, y allí  se ha quedado. El interés que mostró en el cuadro, Dña María Jesús Vigueras, Directora de la Fundación Paradigma, hizo que yo sintiera el impulso de donar mi obra a esa Fundación, y que ahora tenga el honor de que mi firma, cuelgue  permanentemente de las paredes de dicha Biblioteca Andalusí.






miércoles, 10 de julio de 2024

DESDE LA ORILLA DEL RÍO

Esta pintura la empecé hace un año más o menos, la dejé  guardada en un rincón, porque no acababa de gustarme, no le encontraba el movimiento de la falda de la chica, tampoco el de  su pelo. No me gustaba. Era quieto, sin vida.  Hace un mes, me acordé de ella y la volví a subir al caballete,  miré el lienzo  detenidamente y le pregunté ¿Qué hago contigo? Decidí terminarlo. Ese día era ventoso y desde la ventana de mi estudio vi y observe durante un buen rato  el jardín,  vi lo que andaba buscando,  lo encontré en las nubes en las plantas... me hizo muy feliz lo preparé todo rapido con miedo a que se desvanciera, pero el viento siguió ahí.  Me puse manos a la obra y entonces pude ver el movimiento  de su falda,  casi era una obsesión. Buscaba viento y movimiento, al final lo conseguí ... el viento hacía revolotear  la falda a la chica y su  pelo también . Un torbellino de colores recorrían mis pensamientos. Unos días después lo di por terminado. Me  alejé del lienzo un par de metros para verlo mejor... entonces pensé... Por fin te he terminado.

LA VENUS DE ESTEPONA

Aquí os presento a mi “Venus de Estepona”. La pinté hace ya varios años, a petición de un concejal de la corporación de ese municipio. No ha...